Convierte una humilde ensalada de patatas en un plato completo añadiendo alimentos ricos en proteínas como el huevo y las caballas ahumadas o en conserva.
Propiedades nutricionales de la caballa:
Según la Fundación Española de la Nutrición "Dado el contenido lipídico de la caballa (10 g por 100 de porción comestible) se puede clasificar como pescado graso, y además con gran interés nutricional, dentro de este grupo, dada su composición, especialmente la de su grasa —con un alto contenido de ácidos grasos omega-3—.
Respecto al contenido en minerales, es fuente de selenio, fósforo y potasio. Una ración de caballa aporta el 41% de las ingestas diarias recomendadas de fósforo para la población de estudio.
El contenido en vitaminas de una ración de caballa es, para la vitamina B12, seis veces superior a su IR/día para el grupo poblacional descrito; y superior al 100% para la vitamina D. Los aportes de niacina y vitamina B6 oscilan alrededor del 50% de las IR/día.
Por último, la caballa es fuente de riboflavina, vitamina que contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso."
Ingredientes:
- 4 Patatas medianas
- 4 Huevos
- 100 g. Hojas tiernas de espinacas frescas
- 100 g. Lechuga hoja de roble
- 250 g. Caballa ahumada o en conserva
- Sal
- Pimienta molida, al gusto
- Para la vinagreta
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de salsa de soja clara, 1 cucharada
- 1 cucharada de Vinagre de arroz o balsámico
- 1 cucharada de Mostaza dulce
Elaboración:
- Lavamos bien las patatas para retirar todos los restos de tierra y cocerlas con piel en abundante agua con sal hasta que al pincharlas con un tenedor este no ofrezca resistencia.
- Las dejamos enfriar lo justo para poder manipularlas sin quemarnos y retirar la piel, aunque si la piel es fina y no os da grima pueden consumirse con piel sin problemas. Si queremos una ensalada fría las dejamos enfriar y si preferimos tomarla templada, las cortamos en trozos y las ponemos en una fuente o bol sobre una cama hecha con la lechuga lavada y cortada en trozos regulares y las hojas tiernas de espinacas.
- Cocemos los huevos al punto deseado, a mí personalmente me gusta que quede la yema muy cremosa. Cuando estén listos los dejamos en agua fría hasta que podamos pelarlos sin quemarnos. Los cortamos en cuartos y los ponemos sobre nuestra ensalada.
- Añadimos la caballa ligeramente desmenuzada.
- Preparamos la vinagreta mezclando el aceite de oliva con la salsa de soja, el vinagre y la mostaza hasta emulsionar. Regamos la ensalada con la vinagreta y mezclamos.
- Damos el toque final con una vueltas de pimienta recién molida, que le da un punto muy especial a la patata hervida.
Receta tomada de: EL ESPAÑOL